viernes, 20 de julio de 2007

Fuegoooooooo!!!!!

"Es que, estaba sacando esta caja de herramienta por si la necesitamos"--balbuceó Yomero, mientras trataba de cerrar la caja, sintiéndose descubierto.
"Chavo, si no sabes es mejor que te atengas a lo que te pidan que hagas, esa caja de herramienta no la vamos a utilizar ahora"--le dijo el cabo mientras con el índice le señalaba se fuera al área de trabajo.
Yomero bajó de la camioneta y el cabo se quedó arriba. Todo indicaba que el cabo iba a abrir la caja, verificando que toda la herramienta estuviera en orden, y se iba a encontrar con unos tacos cuidadosamente 'desaparecidos'. Yomero estaba muy nervioso, pero no tenía razón: el cabo bajó de la camioneta casi inmediatamente y se incorporó al grupo.
Y así terminó el día de labores. Comenzaron a recoger la herramienta y equipos e iniciaron el viaje de regreso a 'la 8' que es como coloquialmente llamaban al área donde se ubicaban las oficinas. Era la estación de bombeo número 8 de un oleoducto de 48" (o sea 48 pulgadas de diámetro) que iba desde Ciudad Pemex, en Campeche, hasta una refinería que estaba en el DF.
Yomero se sentó en la camioneta cerca de la multimencionada caja de herramientas para que en la primera oportunidad pudiera sacar los tacos y deshacerse de ellos, pero la oportunidad nunca llegó.
Antes de internarse en el área donde se aparcaban las camionetas el cabo pidió a todos que bajaran y se reportaran con el Superintendente (no, no era un señor que barría super bien, sino el jefe de todos ellos; todavía no entiendo el concepto s-u-p-e-r i.n.t.e.n.d.e.n.t.e) y se fueran a sus casas; los tacos iban a pasar la noche ahí.
Llegando a casa de Ru, Yomero le pidió que al día siguiente le pusiera un Itacate (vocablo autóctono para referirse al Lunch, vianda o almuerzo), ya que no quería volver a pasar penas. Ru le dijo que si, y Yomero se dirigió a sus habitaciones a descansar.
Al otro día, antes de partir, Yomero encontró en la mesa de la cocina un paquete de sandwiches listos para ser consumidos. Yomero tomó el paquete y se dirigió al zócalo del pueblo, en donde un autobús los esperaba para llevarlos a 'la 8'.
Yomero se apeó del autobús y antes de reportarse con su cabo se dirigió a la camioneta lo más rápido que sus apéndices inferiores se lo permitieron.
"¿Ora que chavo?"--dijo una voz, "¿quieres apartar tu lugar o que?".
Yomero no pudo evitar poner cara de pambazo, mientras el cabo, que estaba checando unos equipos en la camioneta, escudriñaba su asombrada expresión.
Continuará...

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola!!!!!! como estas!!!! xpero k muy bien!!!! bye bxos!!!! ah..... te manda saludos vero!!jaja