lunes, 20 de agosto de 2007

Corran, salgan de aquí!!!!

Era inevitable. Aunque Yomero hubiera saltado y corrido a toda velocidad hacia el pailero, no hubiera podido evitarlo. Uno de los elementos de seguridad industrial estaba hincado frente a la boca del tubo, colocando el tapón de bentonita. El otro elemento estaba operando el cortatubos, mientras Yomero tomaba un respiro. El cabo de mantenimiento charlaba con él. El resto de los elementos de la cuadrilla estaban todos en lo suyo.
El pailero abrió las llaves de su soplete y activó la chispa, pero esta no accionó. Así que lo intentó nuevamente. La chispa brilló en un hermoso color naranja, color que se extendió por el piso de todo el lugar. El gas propano se inflamó violentamente al tiempo que el aire se expandía, produciendo el sonido característico de ello. Yomero sintió una onda de calor en todo su puerquecito y un 'poquito' de pánico, según me contó. El gas que estaba disperso se consumió rápidamente y quedó una enorme flama saliendo de los cortes del tubo, incidiendo directamente en el elemento de seguridad que estaba ocupando el lugar que Yomero debería ocupar. Muchos de los compañeros corrían al tiempo que con las manos se golpeaban la cabeza, tratando de sofocar el fuego que consumía sus cabellos. Algunos dejaban estelas de humo al caminar, sin darse cuenta.
Entre adrenalina y gritos, alguien atinó a auxiliar al elemento de seguridad que era una antorcha humana, al que se apodaba 'el vikingo' [omitiré la justificación del mote, por razones de privacidad], tomándolo del brazo y lanzándolo sobre la hierba, haciéndolo rodar. Cuando consiguió apagar el fuego de su ropa, la camiseta de rayón se había pegado en su cuerpo.
Yomero, junto con dos elementos más de la cuadrilla, estaba atrapado en la jaula de la válvula, ya que se había quedado del lado contrario al de la puerta. La enorme flama abarcaba todo el ancho de la jaula, por lo que no era posible cruzar hacia la salida.
Se supone que todo el personal que trabaja en Pemex está capacitado para reaccionar favorablemente ante situaciones como esta, pero la verdad es diferente. Y mucho menos en el caso de Yomero, que sólo tenía algunos días de antigüedad. Yomero trataba por todos los medios de encontrar un hueco en la malla de la jaula. Ganas de morder la malla no le faltaban [eso me recuerda la historia de los hamsters de Yomero].
La gente que vivía en los alrededores corría histérica por las calles aledañas. Debo comentar, después de haberme informado, que el riesgo en ese momento era bajo, ya que una vez que el gas que está disperso se ha consumido [léase explotado] y la flama permaneza encendida, sólo queda esperar que el combustible se agote. Lo malo es que ni la gente ni Yomero lo sabían en ese momento. Quizás era por eso que la histeria cundía.
Seguramente se preguntarán que hacía el otro elemento de seguridad mientras su congénere se retorcía de dolor tirado en el pasto... Pues trataba de limpiarse las manos de la bentonita que tenía pegada :S, y sólo eso...
No fue sino hasta que el 'Campeón', un elemento de la cuadrilla de mantenimiento, tomó el extintor y roció el foco del fuego [y a todos los que se encontraban cerca] que el fuego se apagó. Yomero se vió cubierto de un hermoso y cristalino polvo blanco sobre todo su ser. El primero de los compañeros atrapados, el 'Rudi', corrió hacia la puerta de la jaula, pero cuando iba pasando frente a la salida del gas, éste volvió a inflamarse violentamente, alcanzando a hacerle algunas quemaduras.
Así que Yomero se quedó atrapado nuevamente en la jaula, pensando que sus días habían terminado para siempre.
Continuará...

1 comentario:

Isaac dijo...

pobre yomero, que pasara???