Fieltro verde.

Esta aventura de Yomero es bastante corta, pero muy especial.

Resúltase que Yomero en ese entonces hacía, entre otras manualidades, trofeos y reconocimientos en cristal grabado, biselado y todas sus demás versiones. Es una actividad bonita, aunque trabajar con el cristal no resulta tan fácil como a veces parece.

Después de haber hecho algunos trabajos para torneos deportivos, eventos escolares y particulares, lo contactaron del Sindicato del IMSS para que hiciera 50 reconocimientos en cristal para personal que se jubilaba en esas fechas.

Yomero accedió a fabricarlos y pidió las especificaciones 'técnicas' del reconocimiento al personal del IMSS. Trabajaron conjuntamente en el diseño y obtuvieron un resultado bastante satisfactorio. Yomero montaba los reconocimientos en bases del mismo cristal o de madera; en el caso de la base de madera, Yomero pegaba un lienzo de fieltro a la base, para que fungiera como antiderrapante y como ornamento, casi siempre fieltro rojo o azul.

Sólo que en este trabajo el IMSS exigió que se le pusiera fieltro verde [verde IMSS] a las bases de madera de los reconocimientos. Yomero desde luego no contaba con fieltro verde entre sus materiales, así que debía provisionarse.

Le preguntó a la Ru en donde podría comprar fieltro verde, y Ru le indicó el nombre de una tienda de telas, llamada Telas Anahuati [creo que ahora es Farmacias Guadalajara], de la ciudad de Orizaba.

Ni tardo ni perezoso Yomero se dirigió a la ciudad de las Aguas Alegres [desde luego que en su Mercedez Benz verde limón con chofer y 42 asientos, puesto que no tenía ni soñaba con tener automóvil propio].

Llegó a la tienda e ingresó como un cliente más. En el aire flotaba el olor característico de la tela cruda, las fibras vegetales que la forman, y las tintas. Además, era una tienda bastante antigua, con mostradores y pisos de madera. El ruido ambiental era muy bajo, no obstante que la calle Colón con todo su tránsito vehicular le queda enfrente; quizás era porque además de toda la tela que había a la venta en la tienda, todas las paredes de la tienda estaban cubiertas por pesadas cortinas. Además de Yomero habría otros 8 ó 10 clientes.

Yomero se dirigió a un mostrador de madera en donde se encontraba un caballero despachando telas [aunque suene raro, eso hacía].

"¿Tiene fieltro verde?" --preguntó Yomero al vendedor.

El vendedor cambió la expresión de su cara al instante. Miró a Yomero y no pudo articular palabra. Volteó hacia ambos lados y alcanzó a pedirle a Yomero que esperara un momento, antes de caminar hacia donde estaba otro vendedor.

Yomero los miraba a lo lejos. Algo se decían entre ellos, señalando a Yomero y cuchichieando. El otro vendedor comenzó a caminar hacia donde estaba Yomero.

"¿Usted es quien pidió fieltro verde?" --preguntó a Yomero al llegar al mostrador.

"Sí, fieltro verde." --respondió Yomero.

"Mmmmmm... Ok, permítame tantito" --contestó esta vez el segundo vendedor, mientras desaparecía por una puerta que estaba oculta entre las cortinas que cubrían la pared.

"Caramba" --pensó Yomero, "¿qué será lo que pedí?".

Yomero había escuchado que en algunos comercios de la región, si querías adquirir ciertos productos [como alcaloides y similares], sólo debías pedirlos con la palabra clave. Un amigo le dijo que en la tienda de la esquina de cierta calle, debías entrar y pedir 'palomitas con chile', y una bolsita de azúcar glass te sería surtida de inmediato.

"¿Será que pedí algo que no quiero comprar? Y ahora, ¿cómo les digo que yo en realidad lo que quiero es fieltro de color verde?" --pensaba Yomero mientras imaginaba sus reconocimientos de cristal cubiertos de azúcar glass.

En eso estaba Yomero cuando de entre las cortinas que cubrían la puerta en la pared, salió un chica bastante 'vistosa', cubierta por una blusa muy delgada, una falda extra super maxi corta y unas zapatillas de mala mujer, de esas que tienen muchas tiritas enredadas en el tobillo.

"¿Eres tú el que quiere fieltro verde?" --preguntó la exótica fémina.

"S-ii-i.... s-o-oy y-o" --contestó Yomero sintiendo que las piernas le temblaban.

"Acompáñame, ven conmigo" --pidió la mujer.

"¡Diantres!" --pensó Yomero, "seguro que Fieltro verde es la clave para pedir algún servicio 'especial'. ¿Que hago, que hago? Ni modo de salir corriendo..."

Yomero caminaba detrás de la chica, que al caminar se contoneaba como 'esas chicas' que al caminar se contonean. No pudo evitar mirar la parte de atrás de sus zapatillas, que por cierto tenían los tacones muy altos, como las que usan esas chicas que al usar zapatillas de tacón alto se contonean al caminar...

Al poco llegaron a una escalera de 'caracol'. Debido a la extra super maxi corta falda que usaba la chica, Yomero se ofreció a subir primero, pero la chica ya iba subiendo cuando Yomero pudo reaccionar. Yomero subió detrás de ella, mirando hacia abajo [aunque nadie lo crea] y la alcanzó en un segundo nivel

Yomero iba pensando en que probablemente el 'servicio' no estaría al alcance de su bolsillo, y entonces iba preparando un argumento para decirle a la chica que 'decía su mamá que siempre no, que mejor otro día'...

Llegaron a una segunda escalera, esta vez de concreto, la cual subieron al unísono. Al llegar al tercer nivel, Yomero era una maraña de nervios. Nunca había sido bueno en lo relacionado a mujeres. La actitud de la chica era una demostración impresionante de sensualidad y contoneo.

Por fin, llegaron a una bodega. Yomero y la chica caminaron por un pasillo, hasta llegar a una enorme mesa de madera.

Yomero quedó entre la chica y unos anaqueles que tenía a la espalda, y la chica quedó con Yomero al frente y la mesa detrás.

"¿Fieltro verdee dijiiiissteee?" --gimió la mujer. [perdón pero es que no sé como escribir tonos de moaning]

"Aaa-j-ja" -- trató de decir Yomero.

La chica se le acercó, levantó los brazos y dijo:

"Pos ayudamee a bajar el rollo man'tooooo, 'ta re alto y ya ves que esos #"#$% weyes no quisieron veniiiirrr".

:S

Fin de la aventura de Yomero.