martes, 3 de abril de 2007

Ceibing praibei Yomero

Poco a poco las voces se escuchaban más cercanas.
--"Espera... Espera Yuca".
--"Ya casi llegamos a la salida".
--"Es que no veo nada".
Cuando llegaron a la salida del tunel, todo el grupo se quedó pasmado.
La Gansa venía con toda la cara cubierta de sangre, que le salía a borbotones. La sangre le escurría por el cuello hasta la camiseta.
"No manches Gansa" -- gritó el 'Chichón', "que te pasó?"
"Me caí wey, me tropecé y me pegué con la vía".
Uno de ellos sacó una camiseta de su mochila y comenzó a limpiar la sangre de la cara de la Gansa. Trataba de ver de donde salía...
La Gansa tenía una cortada en la frente, en donde comienza el nacimiento del cabello [esta es una referencia poco válida, ya que a todo el mundo el cabello le nace a partir de un lugar diferente, pero no se me ocurre otra]; era una cortada considerable, y la sangre no paraba de salir, aunque presionaban la camiseta contra la herida.
Sentado en el suelo, La Gansa lloraba como un bebé. El Yuca sugirió ponerle un torniquete [:S] y otro le enjugaba los ojos a la Gansa con agua de su cantimplora.
Poco a poco la sangre dejó de fluir. Yomero pensó que era una forma fea de terminar la aventura, pero se alegró de que nada más le hubiera sucedido a La Gansa.
"Puedes seguir?" --preguntó el Yuca.
"No, creo que no..." --dijo la Gansa.
El Yuca, como buen team leader que era comentó a los demás: "Claro que puede, así que vamos a seguir". No quedó mas que seguir el camino.
Pasaron otros dos túneles, de menores dimensiones que el anterior. Nadie hablaba mientras los cruzaban temerosos. En el aire reinaba la duda: ¿Qué era lo que los había asustado en el primer túnel? ¿Qué fuerza maligna había provocado la estampida, que ocasionó el accidente de la Gansa? Los otros dos túneles, ¿estarían malditos también?
A la salida del último túnel, el Toka se acercó a Yomero y le preguntó: "Tú por que corriste el el túnel, que fué lo que te asustó?".
"No lo sé. Yo corrí porque todos corrieron. Oí que alguien comenzó a gritar y sólo atiné a correr" --le contestó Yomero.
"Te voy a decir algo, pero tienes que jurarme que no le vas a decir a nadie" --le pidió el Toka a Yomero, "yo fuí el que gritó en el túnel".
"Y ¿qué fué lo que te asustó? --preguntó Yomero, "¿que pasó?"
"Nada" --dijo el Toka, "sólo grité para asustarlos a todos y que corrieran como viejas histéricas"
Yomero guardó silencio. Todo había sido una broma, y ahora la Gansa estaba mal herido, y todos estaban asustados. Era un secreto que Yomero debería guardar por el resto de sus días [aunque creo que ya no es así]. Si el Yuca se enteraba de que todo había sido una tonta broma, se iba a armar la grande.
Yomero se sintió culpable. Percibía que los demás lo miraban acusatoriamente. Pero siguió caminando. Poco a poco el ambiente se fué recuperando y todo volvió a la normalidad. Incluso la Gansa ya iba bromeando como si nada hubiera pasado. El único vestigio de lo sucedido era la sangre que se secaba en su cuello y camiseta.
Después de mucho tiempo de camino más, alguién señaló la 'piedra del águila'.
Es una saliente amorfa de roca, que pende sobre un cañón. El río de La Carbonera corre por entre dos paredes verticales de roca y la piedra del águila asoma al cañón.
"Yo no le veo forma de águila" --dijo Yomero.
"Aguanta, 'orita vas a ver..." --le contestó el Yuca.
A los pocos minutos, iban llegando a la roca, que tenía un árbol en su extremo distal. Era un árbol algo así como un pino, bastante grande.
"Asómate" --le dijo el Yuca a Yomero.
Venciendo a la acrofobia, Yomero se asomó...
La vista era maravillosa, de verdad Yomero estaba admirado.
"Puedes ver la sombra de la piedra?"
Y es que el sol proyectaba la sombra del risco sobre una de las paredes del cañón: la figura perfecta de la cabeza de un águila.
"Oooorale" --exclamó Yomero, "sisierto".
"Vamos a comer" --ordenó el Yuca, "todos saquen lo que trajeron".
Y tomando la cima del risco como mesa de centro, todos se dispusieron a compartir los alimentos.
Tortas y chanwiches de todos los sabores y colores comenzaron a salir. Incluso alguien llevaba tacos...
De pronto, el Cabazorro gritó : "Chaaaleeess, el Chichón trajo tortas musicales!!!!".
"¿Cómo tortas musicales?" --preguntaron todos al unísono.
"Si wey, jajajajaja.." --exclamó el Cabazorro.
Continuará...

3 comentarios:

Isaac dijo...

mmm no me gustan tantos continuara

Anónimo dijo...

wooowww que buenos relatos, me transporta la lectura, ahora quiero ir a ver esa sombra

Anónimo dijo...

Jajajajaja, a que ganza tan wey.

Por cierto, las tortas musicales serán de frijoles ?? XD