Corre Yomero, corre!!!
Yomero corría despavorido, las piernas se le hacían como de trapo, porque las carreras no eran su fuerte. De reojo alcanzó a ver que el perro lo venía rebasando...
Lo único que atinó a hacer fué internarse en los cañales, corriendo a la velocidad del rayo. Sintió el golpe de las cañas y las hojas, y perdió el equilibrio... Acabó tirado, raspado, golpeado y lleno de unos pequeños ahuates que las hojas de caña tienen. Todo lo veía borroso... Quizás el golpe había afectado su nervio óptico... Quizás la retina se le había desprendido...
Todavía aturdido trató de levantarse para descubrir que se había torcido el tobillo. Trató de mirar su pie. Pero todo estaba nublado. Al menos se había salvado de morir cogido por un toro.
Se levantó en un solo pie. Y entonces se dió cuenta de lo peor. Sus anteojos... No estaban en su lugar!!! Ese lugar en donde había sido colocados hacía 4 años sin haber sido removidos nunca jamás!!!
Buscó, forzando su pobre vista. Pero era imposible... La tarde se estaba extinguiendo y la luz se iba con ella. Yomero se agachó y comenzó a buscar frenéticamente con las manos en la tierra, entre las raíces de la caña, entre las hojas... Sus manos sólo encontraban piedras, tierra y más ahuates... Comenzó a ser presa de la desesperación. Si la luz se extinguía totalmente entonces nunca iba a encontrar sus anteojos. Y además, estaban los bichos: serpientes, alacranes, arañas, hormigas. Incluso los teporingos [especie de conejos de talla diminuta, que habitan en los cañales] le parecían peligrosos en ese momento.
Lo único que atinó a hacer fué internarse en los cañales, corriendo a la velocidad del rayo. Sintió el golpe de las cañas y las hojas, y perdió el equilibrio... Acabó tirado, raspado, golpeado y lleno de unos pequeños ahuates que las hojas de caña tienen. Todo lo veía borroso... Quizás el golpe había afectado su nervio óptico... Quizás la retina se le había desprendido...
Todavía aturdido trató de levantarse para descubrir que se había torcido el tobillo. Trató de mirar su pie. Pero todo estaba nublado. Al menos se había salvado de morir cogido por un toro.
Se levantó en un solo pie. Y entonces se dió cuenta de lo peor. Sus anteojos... No estaban en su lugar!!! Ese lugar en donde había sido colocados hacía 4 años sin haber sido removidos nunca jamás!!!
Buscó, forzando su pobre vista. Pero era imposible... La tarde se estaba extinguiendo y la luz se iba con ella. Yomero se agachó y comenzó a buscar frenéticamente con las manos en la tierra, entre las raíces de la caña, entre las hojas... Sus manos sólo encontraban piedras, tierra y más ahuates... Comenzó a ser presa de la desesperación. Si la luz se extinguía totalmente entonces nunca iba a encontrar sus anteojos. Y además, estaban los bichos: serpientes, alacranes, arañas, hormigas. Incluso los teporingos [especie de conejos de talla diminuta, que habitan en los cañales] le parecían peligrosos en ese momento.
Se detuvo un instante, rascándose la cabeza y tratando de conservar la calma. Debía encontrar sus anteojos rápidamente. Comenzó a pensar en una solución. Las cañas se siembran en surcos, grandes surcos que son hechos con tractores. Debía 'peinar' el tramo de cañal: no podían estar tan lejos. Recorría los surcos en cuatro patas, asegurándose de no aplastar sus anteojos. El temor a los bichos le hacía sentir ganas de levantarse, pero el temor a quedar ciego en la oscuridad le daba más fuerza.
Al final los encontró. Estaban algo torcidos, y sobre todo muy sucios. Pero así los volvió a colocar en su sitio. Sus manos estaban llenas de lodo, y ahuates y no podía limpiarlos, pero eso no importaba. Salió del cañal hacia el camino; ni sombra del toro ni el perro. Comenzó a caminar nuevamente hacia el ingenio de Omealca, del cual en este momento no recuerdo el nombre. A lo lejos se veían los 'chacuacos', que son las chimeneas del ingenio. Hasta entonces se acordó de su tobillo, que para ese entonces se sentía ya muy hinchado. El dolor no le permitía apoyar el pie completamente, así que caminaba cojeando.
Cuando la noche estaba a punto de caer totalmente, Yomero llegó a la carretera que comunica a Omealca con la autopista México-Veracruz. Caminó a una parada de camión que estaba bien cerca. Ahí esperó un autobús que lo dejaría en el entronque, donde debía tomar su AU. Cuando el autobús llegó, y Yomero subió, la gente lo miro extrañada. Iba 'revolcado' en lodo, cojeando y sobre todo de pésimo humor.
Al llegar al entronque no tuvo que esperar mucho: el 'Tehuacán', que es como se llama a la corrida de AU que va de Veracruz a Tehuacán [que creativa es la gente a veces] lo llevaba a su hogar. Llegó a casa de la Ru como a las 10:30 pm. Ru lo miró y le dijo: "Ay Yomero, 'ora que te pasó? Vienes hecho un asco, así que te me vas a bañar y vienes a cenar".
Esa noche su cama le pareció la del hotel mas lujoso del mundo. Aunque su tobillo estaba muy hinchado y tenía las manos destrozadas [por las llagas, la gasolina de la Muerte y los ahuates de la caña], tenía su pijamita, una rica cena en la panza y mucha tranquilidad. No había moscos, ni gecos...
Al otro día estaba tempranito en las oficinas de recursos humanos de Pémex. Iba con su uniforme, pero la bota izquierda no se la amarró porque la hinchazón no se lo permitió. Acudió a una ventanilla y le dijo a la 'señorita' que atendía [ah, porque como dice el viejo y conocido refrán: "En Pémex todos los hombres son ingenieros y todas las mujeres son señoritas...] que le habían citado ese día. La señorita le pidió su Id y verificó en un listado.
"Ajá. Siéntese ahí y espere a que lo llamen" --dijo la señorita.
Otra vez no tuvo que esperar mucho. Salió un tipo por una puerta y gritó en un tono mecanizado: "Yomero Maciel!". Yomero se levantó y cojeó hasta la oficina del voceador.
"Lo mandamos a traer porque tiene que firmar unos papeles" --le dijo el sujeto.
"Ora, papeles?" --pensó Yomero. "Papeles de qué serán? O será que ya descubrieron que durante cuatro meses me estuvieron pagando doble? Y que también cobré doble aguinaldo?"
Continuará...
2 comentarios:
Jajajajajaja, a que Yomero, aparte de menso, suertudo jejejeje XDDD...
ahh su que manchado, diciendole menso al mismisimo yomero
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